lunes, febrero 2

XX ó tris a la realidad

tengo dos pendorchos que tienen un pompon con pompones en las puntas
y un baúl lleno de penitas quemadas
pero lo más lindo que tengo cuelga de mis faldas
y de vez en cuando me gruñe
otras me ronronea.
No sé bien qué hacer con este estanque lleno de burbujitas de colores.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Siempre tuviste cierta afinidad con los pendorchos gruñones...

Svor dijo...

una penita quemada es mejor que una penita que echa raicez.